Colgada en un acantilado de la costa Mediterránea y atrapada entre las rocas, esta casa de geometria contundente es obra del arquitecto Jordi Garcés y fue finalista de los premios FAD del año 2.007.
El acceso se situa en la parte superior y según se desciende se encuentran la sala de estar, comedor y cocina y en la siguiente planta el dormitorio principal y el baño en un mismo espacio abierto.
Las grandes superficies acristaladas permiten que el mar y el cielo esten siempre presentes en el interior de la casa.
Fotografias: Jordi Garces, Flickr
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